La mousse además de proteger del sol, brinda la sensación de suavidad y liviandad de una nube en la piel. A partir de este atributo, la agencia DödaVänster tuvo el desafío de comunicar “¿Es posible sentir una nube en tu piel?”. Para eso reunió a un grupo de artistas combinado con expertos en tecnología, que recrearon una nube, pero al alcance de todos, en el medio de la Ciudad de Buenos Aires.
La nube protagonista de la activación fue un proyecto dirigido por el artista Federico Felici. La escultura de 7 metros contaba con un ambiente controlado de 18º grados, esferas iluminadas, sonido inmersivo y un piso que transmitía la sensación de estar “flotando”. Esto se contrastó completamente con los 32º de la esquina Av. Del Libertador y Tagle, lugar muy transitado en el barrio de Recoleta.
“Nos propusimos el desafío de comunicar y potenciar el impacto en las redes con una experiencia 100% real y para todos los sentidos. Qué mejor en un día de 32 grados de calor, con el sol rajando la tierra, sumergirte en un entorno fresco, suave y etéreo como una gran nube”, comentó Francisco García Otero, DGC de Döda.