La nueva campaña de Schweppes eleva sus cañones por encima del adblocker, para apuntar de lleno a hombres y mujeres que rondan los 40 añitos. Adultos de espíritu joven se reivindican a si mismos en una comunicación que combina aspiracionalidad con humor, mientras le gritan al marketing, “Ey, dejen de mirar un poco a los millenials que nosotros también existimos!". Esta generación proviene de una época donde se encaraba sin redes sociales y los autos se estacionaban sin dirección hidráulica. Pequeñas enseñanzas de vida que los preparó para entender y apreciar el sabor con carácter de una Schweppes.
Desde agencia y anunciante sostienen: "Creemos que para una persona de treinta y pico o cuarenta y algo, el aspiracional hoy pasa más por seguir divirtiéndose en la vida, que por transformarse en un millonario de una publicidad de perfume. Un poco porque ese es el espíritu de la época y otro tanto porque a esa edad, uno ya va viendo que no llega al yate."