Pero no cualquier volante, pues este está hecho con Tyvek, un material prácticamente imposible de romper. El reto muy simple: llevar los volantes a 300 construcciones y retar a los obreros a romperlos. El obrero capaz de romperlo se ganaría una casa. Ningún obrero pudo romper el volante y hubo que sortear el premio. Esta acción logró que las ventas se incrementaran en 16% en solo tres semanas y que se llegue a vender 45,000 toneladas de Cemento APU al mes.
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