El podcast, ese producto de audio al cual se accede a través de plataformas o por archivos, y cuya ventaja crucial y decisiva es que un usuario puede consumirlo a la hora que quiera y cuantas veces quiera. Una suerte de “Netflix de la radio”, para decirlo pronto y fácil.
Según un estudio realizado por eMarketer se contempla que el crecimiento de los podcasts será de 17.9% en Argentina para 2025, superando a Norteamérica y Europa. El mismo estudio también señala que, en el 2021, el número de oyentes globales mensuales de podcast aumentó un 15,5 % entre los 18 países contemplados, (hasta un total de 383.7 millones). Para este año, el 2022, estipula que la audiencia volverá a aumentar (a 424.2 millones).
- Se genera desde todos los sectores: interesa a megacorporaciones comerciales y a creadores individuales, a empresas periodísticas y a organismos del Estado, a planificadores y a mundos tan disímiles como el agropecuario, el autoral, el del entretenimiento, el político, el económico o el científico.
- Las audiencias digitales: hoy enormes, hoy de infinito origen, hoy inestables– demandan alta calidad y diferenciación, además de la posibilidad de acceder a lo que les interesa, ya. La industria del podcast creció en algunos mercados de modo exponencial.
- La fuente de ingresos principal de los podcasts: es la suscripción, generalmente a una gran plataforma, como Spotify, Ivoox o Amazon. La estrategia de creación de contenidos que transmite valores y emociones a través de una historia y que genera empatía entre un oyente y un anunciante –el llamado branded content–, junto con la publicidad directa, aparecen como las otras vías de inversión.
“Los podcast no son para cualquiera; hay que brindar la información justa y necesaria, hablar claro y sencillo, no agobiar al oyente con discursos eternos o con palabras difíciles de comprender. Son una excelente herramienta de comunicación, pero pueden ser un arma de doble filo si no se sabe cómo abordarlos. No creo que todas las marcas puedan utilizarlos; en mi opinión, los podcast están reservados a aquellas marcas que tengan algo interesante para decir y cuyo público efectivamente esté acostumbrado a consumirlos. Sino, todo el trabajo será en vano”, sostiene Francisco Zazzu, Head of Media de Vernon Creative Bureau.
Para una empresa de servicios multimedia, como la sueca Spotify, el espacio que ocupa el universo podcast a nivel mundial ha pasado, en un lustro, de ser “importante” a la categoría de “decisivo”. La compañía, hoy no solo distribuye el material, tal como hacen infinidad de plataformas afines y de variado tamaño, sino que ha ingresado de lleno en la producción de contenidos.
Rubros recomendados para hacer un podcast:
Suelen ser cultura, arte, entretenimiento, curiosidades, historia y salud entre otros, ya que se trata de una herramienta que nos permite viajar con la voz y para ello, la imaginación y la creatividad son fundamentales.
“Se puede contar desde la historia de un automóvil hasta entrevistar a un experto en vacunas; con un podcast es posible hablar de posibles curas para el cáncer y analizar un disco de The Beatles, todo depende de la creatividad que usemos para ello”, agregó Zazzu.
Casos
En nuestro país y en la región es un hecho notable. Podcasts como:
Por citar algunos ejemplos de éxito, son trabajos seguidos por una cantidad de oyentes inimaginable, que puede llegar a superar largamente a ciclos regulares de las radios establecidas de AM y de FM en el sistema tradicional.
- Spotify avanza, prueba y conquista: Un mundo maravilloso, de Martín Garabal, un podcast de sketchs, comenzó incluso a subirse en horario fijo y de lunes a viernes. Los reportajes de Migue Granados desbordaron a su propia cercanía y tuvieron una inusual repercusión periodística abordando temas diversos con inusitada verosimilitud. Su larga charla con la madre de Ángeles Rawson –la joven asesinada– fue un hito ineludible en la materia.
- Julio Leiva, con su podcast de entrevistas, Caja negra, logró que la primera entrevista de Ricardo Darín antes del estreno de 1985 fuera en su ciclo, así como que Fito Páez también presentara allí su nuevo material, antes que en otro medio. Políticos de primer nivel también están siendo entrevistados en podcast, tendencia que nació con Barack Obama en Estados Unidos hace una década. Una primera, rápida y sencilla conclusión de lo último expuesto revela que una visita de una personalidad notable a un podcast específico ya forma parte de la agenda de los jefes de prensa, sean estos de contenidos artísticos, deportivos, políticos, sociales, etc.
Y a medida que los podcast se abren paso, están apareciendo, claro, los anunciantes en el mercado nacional. Los ejemplos son múltiples. Llegan las empresas interesadas en generar contenido (National Geographic está invirtiendo fuertemente en esa dirección), varias ONG están llamando a periodistas para que hagan documentales orales de investigación, y las propias radios o diarios del sistema se preocupan en que sus figuras realicen contenidos para subirlos en sus portales.
De modo simultáneo, una actividad, antes en retirada, la autoral, reaparece, saca pecho y se pone al frente de una infinita red de historias de ficción –o de no ficción–, que vuelve a ocupar un lugar en el mundo oral. Consultado, Pedro Patzer, autor y titular del Consejo de Radio de Argentores, la entidad autoral, apunta que a través de los podcast, la actividad de los escritores radiales crece de forma exponencial, así como sus derechos autorales y las posibilidades profesionales creativas. “Un dato: en los congresos autorales internacionales no se venía hablando de nuestro medio y hoy cambió: la industria a través de la radio ‘on demand’ –que son los podcast, en definitiva– está recibiendo la atención general que había perdido”, señala.
Es relevante destacar que algunos podcast de ficción, como la audioserie chilena, Caso 63, producida por Netflix y tras un comienzo modesto, se convirtió en un boom en la región hispanoparlante. La trama contada en episodios de 15 minutos, en la que una psiquiatra graba sesiones de un extraño paciente que afirma ser viajero en el tiempo, logró la atención de ¡Netflix!, y aquella pequeña historia inicial de audio ya se prepara para pasar a la imagen global, multiplicando ad infinitum su cadena de valor.
