De esta manera DAVID dijo presente en uno de los eventos anuales más importantes de Estados Unidos: una gran pantalla y una intensa competencia por acaparar la atención de la audiencia. Una experiencia de la que, aseguran, salieron airosos y muy conformes con el resultado.
¿Por qué sigue siendo relevante estar presentes en el Super Bowl?
Podríamos decir que los números del Super Bowl ya son suficientes como para que una marca quiera estar: es el evento deportivo más importante en USA, este año fueron 103,4 millones de televidentes en NBC y, si se incluyen a los que también siguieron el evento online, la audiencia total fue de 106 millones de personas. Pero no es solo la audiencia; la tanda del Super Bowl excede el evento, los comerciales son tema de conversación, la gente espera ver qué hizo cada marca, la prensa habla de los comerciales. Por ejemplo, USA Today todos los años tiene el AD Meter donde la gente vota los mejores comerciales de la tanda. Y, sin ir más lejos, los Clio tienen una categoría aparte para el Super Bowl: los Super Clio. Esto es el Super Bowl, por eso las marcas quieren estar ahí y es la tanda más cara del año.
¿Qué representa para la agencia a la hora de hacer tres comerciales para este evento?
Implica un esfuerzo enorme de toda la oficina de Miami (en especial de Ricardo Casal y Juan Pena), una gran confianza de nuestros clientes y, sobre todo, un orgullo enorme de que DAVID haya estado una vez más ahí, y esta vez por triplicado.
¿Es diferente conceptualizar y desarrollar piezas para el Super Bowl?
El primer comercial que de alguna manera seteó lo que es hoy la tanda del Super Bowl fue “1984” de Apple, dirigido por Ridley Scott; sin dudas, uno de los comerciales que va a estar en el reel de la historia de la publicidad. Entonces, sí, es diferente encarar un brief de Super Bowl. Lo que va a salir antes y después de tu comercial va a ser memorable, así que más vale que lo tuyo tenga la calidad para sobrevivir en medio de eso. Si no, vas a haber gastado un montón de plata, pero sobre todo una gran oportunidad.
¿Cuál fue la repercusión?
Los tres comerciales cumplieron sus objetivos y por diferentes motivos. Bud quizás fue el que tenía menos margen de error: Clydesdales y dálmatas (dos de los assets más grandes de la marca y que la gente espera encontrar en un comercial de Bud de Super Bowl), a eso sumale a Johny Cash y la dirección de Adam Berg para que todo conviva de la mejor manera posible. Devour desde el humor apostó fuerte, a tal punto que NBC (una cadena 100% conservadora) antes de salir al aire censuró parte del comercial y hubo que ajustar algunas cosas, como no utilizar el término ‘food porn’, pero eso no impidió que estuviera en el top 5 de AD Meter de los comerciales más graciosos del Super Bowl. ‘Eat like Andy’, en tanto, es un caso aparte y con el sello de Burger King. En medio de una pauta de comerciales con batallas medievales, celebrities, perros y lo último en FX… 45 segundos de Andy Warhol comiendo un Whopper sin decir una palabra. El comercial fue amado y odiado al mismo tiempo, así que sí, funcionó muy bien.
Foto: Ignacio Ferioli y Joaquín Cubría, DAVID
