Las aplicaciones son cada vez más parte de nuestro cotidiano, las utilizamos para comunicarnos, socializarnos, acceder a contenidos e información, adquirir y consumir bienes, entretenernos, etc. Y aunque ciertos comportamientos por ahora se observan más en lo llamados "early adopters", ya no caben dudas que cada vez más nuestros hábitos pasarán por los smartphones y sus aplicaciones. “Ya lo vimos pasar en el tren anterior, el de la Internet” afirma.
Las aplicaciones traen muchas ventajas en relación a los sitios: “Están a un click de distancia, ofrecen una mejor experiencia al usuario, el checkout es más rápido, utiliza mejor los recursos que ofrece el teléfono y el sistema operativo, como el GPS y las notificaciones” enumera Oyarzábal. “Sus ventajas no hacen que necesariamente debas tener un App, hay muchas formas de estar presente en mobile y hay que ver la más adecuada en cada situación, pero e-commerce, servicios de uso frecuente, medios, viajes y turismo son claramente sectores donde mucha de la actividad ya pasa por mobile y las Apps pueden ser una mejor respuesta”
Tener un app posiblemente implique promocionarlo, y quizás acá está uno de los mayores desafíos para los profesionales de marketing hoy, y eso conlleva desde la forma de contemplar la estrategia hasta la implementación. “Empezando por la medición, que no ocurre de la misma forma a la que estamos acostumbrados en la web, por lo cual tenemos que utilizar una plataforma de tracking especial, hasta las variables que contamos para segmentar y optimizar las campañas”, concluye.